Dedicado al acoso, este poema lo escribí en un intento de colocarme en la cabeza del acosador/acosadora.
EGO ACOSO
Día tras día
tu estúpida sonrisa,
tu gesto afable.
Día tras día
tu intento fútil de agradarme.
¿Es que no ves mi rabia?
¿Mi aversión?
¿Mi desprecio?
Yo te odio,
te aíslo,
maltrato y anulo,
por cada mueca alegre
y cada gesto amable.
¿Y qué haces tú?
Débil,
dócil incluso,
vuelves de nuevo,
sumiso, sumisa en tu empeño,
siempre fuera del juego.
Ese juego en el que yo soy rey
y tú un simple peón.
Quien sin siquiera luchar,
acaso una queja,
me tambaleas el suelo con tu ejemplo.
Por eso…
Ego acoso.
Ego acoso y no cejo.
Porque muestras
cómo podría ser