No soporto las esperas.
Me matan los supuestos buenos tiempos
en donde todo será mejor
y las vacas serán gordas
y vendrá el viento de cara
y comeré perdices
(que no me gustan nada
pero las comen en los cuentos
¿y qué es la vida sino un cuento?)
y se acabará la crisis.
¡La jodida crisis!
¿Tan malos hemos sido
para no merecer nuestra parcela de felicidad? .
No, no me gustan las esperas,
sobre todo desde que veo la zanahoria colgando ante mí.
Por eso no llevo reloj,
viviendo aquí y ahora,
porque por malo que sea
este presente,
es lo mejor que tenemos.
Pasado y futuro son humo,
y eso es lo que nos venden
charlatanes de medio pelo.
Por eso no espero nada.
No espero nada
y todo espero.
No conocía tu blog, tiene buena pinta, me gustan los contenidos y vendré cuando pueda a leerlo. No veo donde seguirte en el blog, así que te he seguido en Bloguers y en G+ un saludo y te invito a pasarte por el mio y si quieres ser parte de los amigos tanto allí, como Facebook, Twitter o Youtube, si puedo seguirte en algún sitio más solo tienes que decirlo.
ResponderEliminarGracias Sara por tu apreciación, yo también te sigo y me gustan tus publicaciones. Me parecen muy interesantes. No dudes que te seguiré en las distintas plataformas. Por cierto, cuando dices que no encuentras dónde seguirme en el blog ¿te refieres a RSS? Un saludo.
EliminarHola Eusebio, sí me refería a alguna red social o si tenías forma de seguirte en el mismo blog, pero ya siguiéndote por bloguers no hay pérdida porque todas semanas echo un vistazo a las nuevas publicaciones de la gente que sigo. Un saludo compañero
EliminarCrack, siempre te leo☕
ResponderEliminarGracias Juan, es un honor. Comentarios como el tuyo aportan oxígeno a este humilde rincón.
EliminarGrande lo que escribes, amigo. Un gusto visitar tu blog. Un abrazo
ResponderEliminarAgradecido y honrado, Fran. Me animas a seguir escribiendo.
EliminarCon comentarios como los vuestros merece le pena seguir alimentando este blog. Muchísimas gracias.
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