para poder encontrarse.
Qué bonito
autoreconciliarse
para hacer las paces con todo.
Caminar
con los pulmones henchidos
de paz
y la sangre cabalgando
a borbotones.
Qué bello
encontrar vida
en cada recodo.
Oir al mundo,
para variar.
Perderse sin más.
Sentir,
sólo sentir.
Y volver con más fuerzas.