martes, 4 de marzo de 2014

SER CREATIVO Y NO MORIR EN EL INTENTO

Naces con ello y te acompaña en todas las etapas de tu vida. No puedes evitar soñar, pensar y desarrollar todo aquello que te causa interés. Vives auténticas historias en tu cabeza, con sólo proponértelo o escuchar una canción que te motive. Estás en las nubes casi todo el tiempo.
 ¿Te suena? ¿Te sientes identificado? ¿Conoces a alguien así?


El curso natural de desarrollo de una persona creativa pasa necesariamente por una serie de fases que no son del todo agradables. La infancia por ejemplo. Ésta puede llegar a ser realmente dura en el caso de los que van para escritores,  porque aún no lo son y puede que nunca lleguen a serlo. Sólo son pequeños seres soñadores fácilmente moldeables, con capacidad para creer en cualquier cosa, puesto que son capaces de imaginarla. Los niños pueden ser muy crueles y en el mejor de los casos acaban siendo objeto de calificativos como “tontos”,  “frikis”, “fantasiosos”, etc. (véanse también en femenino).Todos hemos oído eso de “¡mira, un burro volando!” ¿no? Y ¡ay! del pobre que se le ocurría mirar. En fin, no es nada nuevo.

Y en la adolescencia no es mejor; esta sociedad de ratios y resultados no da pie a la imaginación en cuanto al desarrollo de las personas, como no sea para un beneficio monetario. Nuestros propios padres, en un intento de buscar lo mejor para nosotros, extirpan ciertas ideas, nos llevan a lo seguro, y nuestras aspiraciones más grandes se quedan en la categoría de afición o en la lista de sueños pendientes, la mayoría de las veces ¿Qué duda cabe de que lo hacen por nuestro bien? Pero lo cierto es que eso va matando la creatividad poco a poco, y por eso nos cruzamos a diario con poetas muertos, pintores muertos y bailarines, fotógrafos, comediantes, todos muertos. No es que no sean felices o estén incapacitados para disfrutar de la vida, en eso sé de lo que hablo, es sólo que no es agradable vivir acompañado de un creativo fiambre, despechado quejándose en tu interior.
Pero no quiero que nadie se desmoralice o me tache de fatalista, aunque es verdad esto que digo. Sin embargo, no es una generalidad absoluta. Algunos canalizan esa creatividad y son apoyados. Algunos cursan estudios adecuados a sus cualidades, se forman para desarrollar su capacidad. Algunos incluso tienen suerte… 
Otros, como yo, se pasan la vida buscando su sitio, negándose a sí mismos, tratando de ser lo que no son y cuando llegan a cierta edad dicen “¿pos ya pa qué?” y se lanzan de cabeza a desarrollar sus inquietudes sin importar los futuros posibles. Porque, cuando se trata de “cualquier cosa mejor que nada”, el éxito pierde sentido.
Yo digo que hay que ser creativo y no morir en el empeño, sobre todo no dejar que te maten. Ejercitar, desarrollar y disfrutar esa creatividad sin importar el éxito. Si tiene que venir vendrá. Y que le vayan dando a esos que dicen que no merece la pena esforzarse porque triunfar como pintor, actor o escritor es imposible. 

No pidamos permiso ¡hagámoslo! 

Cualquier sociedad que no sea capaz de aprovechar todo el potencial humano que posee, realmente está mal organizada.


Un saludo y hasta la próxima.

1 comentario:

  1. Recuerda el lema del mayo Frances " Pidamos lo Imposible, que las playas estan bajos los adoquines"



    Saludos desde El Bierzo.

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